Los Movimientos sociales de 1968, también llamados Protestas de 1968, Revolución de 1968, o simplemente el 68, comprendieron una escalada mundial de conflictos sociales, predominantemente caracterizada por rebeliones populares contra las élites militares y burocráticas, que respondieron con una escalada de represión política.
Dentro de los movimientos sociales de 1968 pueden localizarse, países como[1] Estados Unidos con protestas contra la Guerra de Vietnam, especialmente las que tuvieron lugar durante la Convención Nacional Demócrata de 1968, el Movimiento por los derechos civiles —que concluyó ese mismo año con el asesinato de dos líderes significativos: Martin Luther King y Robert Kennedy—, el Festival de Woodstock[2] —1969— y otros hechos y procesos relacionados. Checoslovaquia, la Primavera de Praga inició con la propuesta de socialismo de rostro humano, quizá el desencadenante o precipitante[3] del movimiento parisino, mientras que su represión por los soviéticos significó una honda decepción en gran parte de la opinión progresista occidental. En México tuvo lugar el movimiento estudiantil de 1968 teniendo como punto máximo de la opresión por parte del gobierno mexicano la masacre de Tlatelolco, coincidente con la celebración de los Juegos Olímpicos de México 1968. España se suscitaron algunos movimientos universitarios de oposición al franquismo, de menor entidad. Mientras que otros países europeos sufrieron notables sacudidas. Un poco más tarde en Italia, en 1969 se presenta el movimiento otoño caliente o las movilizaciones laborales de 1972-1973 en el país de Reino Unido.[4] Existe una similitud no tan evidente con la Revolución Cultural china (estuvo dirigida desde el poder por el propio Mao, que dirigió una gigantesca movilización juvenil —Libro Rojo— contra sus enemigos dentro del aparato del Partido Comunista Chino) ya que los grupos occidentales pretendían inspirarse en ella.